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Adultos mayores siguen recibiendo aparatos que no ordenaron pese a acciones federales más severas

By Paul Sisson, The San Diego Union-Tribune on

Published in Senior Living Features

En

marzo, una gran caja de cartón apareció en la puerta de Keith Kells. Un mes

después, encontró otra caja.

Ambas

estaban llenas de aparatos ortopédicos que el residente de 85 años de

University City, en San Diego, dijo que no necesita y

que nunca ordenó. Fue una historia similar para Edith Green, de 82 años, de

Nueva Jersey, quien recibió una gran caja llena de 20 aparatos de una compañía

de San Diego a pesar de haberles dicho a los vendedores telefónicos que

llamaban una y otra vez que no los quería.

Separados por más

de 2,700 millas, los dos beneficiarios de Medicare informaron de sus

experiencias a las líneas directas del gobierno federal en Medicare y la

Oficina del Inspector General de los EU, que recientemente se han mostrado muy

interesados en la cantidad de cajas llenas de aparatos ortopédicos que aparecen

en las puertas de todo el país.

Para

Kells, la primera caja, de una compañía llamada Bracing Partners en Largo,

Florida, llegó después de un aluvión de llamadas telefónicas de telemarketing

diciéndole que, como beneficiario de Medicare, tenía

derecho a estos suministros médicos. Aunque

insistió en que no los quería y que no los necesitaba, los dispositivos

aparecieron

de todos modos.

La

segunda caja era de EZ Life Medical Supply en Escondido, la cual, dijo Kells,

nunca lo contactó antes de enviar un gran corsé ortopédico.

Green

dijo que su caja estaba llena de unos 20 aparatos médicos diferentes para cada parte de su cuerpo, desde el pie hasta el

hombro. Llegaron, dijo, incluso después de que

usara una palabrota para exigir que los consultores dejaran de llamarla.

A pesar de

que devolvió la caja a CandE Medical Devices Inc., con sede en San Diego, Green

dijo que aún recibió un resumen de beneficios de Medicare que señalaba que el

programa había pagado 3 mil dólares por los aparatos en su nombre y que todavía

debía 541 dólares.

Aunque

su factura todavía no ha sido revocada por la división de fraudes de Medicare, Green dijo que le molesta que haya empresas

que están estafando a un programa muy importante del que la mayoría dependerá

una vez que cumplan 65 años.

“Estoy

enojada,

personalmente, de que tengan las agallas

para hacer esto, pero también estoy enojada

porque Medicare tiene muchos problemas financieros, y no estoy segura de si

seguirá existiendo para mis nietos cuando lo necesiten”, dijo Green.

El

gobierno federal comenzó a contraatacar el 4 de abril, presentando una serie de

demandas en seis estados diferentes que acusan a 24 personas de estar

involucradas con 130 empresas diferentes de equipos médicos duraderos. Los investigadores del gobierno alegan que los

acusados son responsables colectivamente de reclamaciones fraudulentas de

Medicare con valor de mil 700 millones de dólares por aparatos ortopédicos que no eran médicamente necesarios.

Descrito

por la Oficina del Inspector General de los EU como “uno de los esquemas de

fraude a la atención médica más grandes en la

historia estadounidense”, las acusaciones denuncian a las compañías por contactar a cientos de miles de personas mayores,

extendiéndose más allá de las fronteras internacionales mediante el uso de

centros de llamadas a veces ubicados en Filipinas y Latinoamérica.

Según

los fiscales, las compañías de dispositivos médicos pagaron a médicos por recetas de aparatos ortopédicos después de que

realizaron

breves exámenes de telemedicina con

pacientes a quienes nunca habían visto, facturando a Medicare y luego

transfiriendo parte del reembolso que recibieron a los médicos que expidieron las prescripciones.

El

 

conjunto actual de acusaciones incluye una presentada en el Distrito Central de

California y otra en el Distrito Central de Florida, pero ninguna de ellas

incluye a Bracing Partners, EZ Life Medical Supply o CandE Medical Devices Inc.

Tanto

Kells como Green dijeron que no recibieron consultas médicas antes de que los

envíos llegaran a sus puertas. Al igual que Green, Kells, un ingeniero

retirado, señaló que los envíos eran algo absurdos. Tras decidir conservar sus dos cajas como “evidencia”, Kells sacó un soporte de pierna de la caja más grande, sosteniéndolo frente a su cara.

“Solo mire esto, de todos modos es demasiado pequeño para que quepa una de mis piernas”, dijo.

Ninguna

de las tres compañías devolvió llamadas en busca de

comentarios sobre los envíos. Pero hay indicios de que, a pesar de las

recientes acusaciones federales, grandes cajas llenas de aparatos médicos se están moviendo por todo el país.

La

primera caja que recibió Kells, la que envió Bracing Partners en Florida, tiene

una dirección de remitente en un parque de oficinas de Kearny Mesa. La oficina

que figura en la caja está ocupada por un

centro de devoluciones de envíos operado por una empresa llamada EverPrime

Concepts. El viernes por la tarde, el escaparate del frente del negocio estaba

completamente llena de cajas de cartón marrón sin marcar. En el interior, había

apiladas más cajas idénticas

del piso al techo. Un empleado que se

negó a dar su nombre dijo que las cajas estaban llenas de aparatos ortopédicos,

pero no necesariamente de Bracing Partners.

El

status de las tres compañías que enviaron a Kells y Green sus aparatos no está claro.

Un portavoz de la Oficina del Inspector General en Washington dijo que la

organización está al tanto de las compañías debido a los reportes que ambos

hicieron a la línea directa de fraude de la organización. Pero dijo que es política

de la OIG no comentar sobre la existencia de investigaciones en curso.

Micki

Nozaki, directora de la Patrulla de Personas Mayores de California, con sede en

Sacramento, dijo que su oficina estaba recibiendo llamadas constantes de

personas mayores que habían recibido aparatos no deseados el año pasado cuando

se emitieron promocionales en el horario televisivo nocturno. Las quejas de los

aparatos cesaron de pronto, justo antes de que se dieran las acusaciones

federales en la primavera, reemplazadas por denuncias de facturaciones

fraudulentas asociadas con estafas de asilos para enfermos terminales y pruebas

genéticas. Recientemente, sin embargo, las llamadas sobre

los aparatos parecen estar repuntando de nuevo.

“Yo

diría que eso de los aparatos ha repuntado en mayo y junio. Creo que es más un

juego en que si no aparece en un lado lo hace en otro”, dijo Nozaki.

Si

bien las personas de la tercera edad pudieran sentirse tentadas a simplemente

devolver los aparatos no deseados al remitente e ignorar cualquier factura que

llegue por correo, el defensor del consumidor dijo que hacerlo significaría

que, si alguna vez necesitan un aparato por alguna razón médica verdaderamente legítima, Medicare pudiera

rechazar la solicitud.

“Podrían

decir: ‘No lo aprobaremos, porque su registro muestra que ya recibió ese

beneficio’”, dijo Nozaki.

Una vez que el número de

identificación de Medicare de una persona está circulando entre

estas compañías, agregó,

puede ser comprado, vendido y usado para otros

servicios dudosos. Afortunadamente, un cambio reciente en el sistema de

numeración de Medicare permite que cualquier adulto mayor que sospeche que su número ha sido mal

usado solicite uno nuevo de forma gratuita. Nozaki dijo que su oficina

auxiliara cualquier persona mayor en el estado que solicite un nuevo número y también opera una línea de fraude que

habitualmente ayuda a los adultos mayores a

enviar sus quejas a las

autoridades correspondientes. La línea directa es: (855) 613-7080.

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